Hoy en día se dice que las maletas viajan incluso más que las personas. Millones de maletas dan la vuelta al mundo cada día, algunas de manera placentera y otras chocando contra las paredes de aeropuertos, trenes de equipaje y bodegas de avión.
Aunque actualmente las damos por hecho y no nos paramos a pensar en ellas, la realidad es que tienen una historia fascinante sobre su creación, la cual involucra a personajes históricos como Louis Vuitton.
Un dato importante de esta historia es que las maletas no siempre han tenido ruedas. Aunque parezca algo obvio, durante muchísimos años las maletas de mano no rodaban, así que no quedaba otra opción que elevarlas en el aire y cargar con todo su peso.
Ahora bien, ¿qué más esconden las maletas, y por qué el diseñador más famoso de la historia está involucrado en su creación? En unos momentos lo descubriremos.
La creación de la maleta de mano
Hace casi 200 años nos encontramos a un joven Louis Vuitton caminando 379 kilómetros desde su pueblo natal, Jura, hasta París, en busca del lujo y el glamour de la capital.
En 1837, siendo todavía un adolescente, ingresó al taller de Monsieur Maréchal. Maréchal era uno de los mejores artesanos de París, y posteriormente se convirtió en el mentor y profesor de Louis.
Un poco más adelante, en 1854, el joven Vuitton fundó su propio taller y diseñó la Malle de Cabine, la primera maleta con estructura plana y forma rectangular, fabricada con madera y lona para eliminar el olor a cuero.
Esta innovación facilitó el transporte al poder apilarse fácilmente en barcos y coches de caballos, revolucionando el mercado y conquistando incluso a personalidades como la emperatriz Eugenia de Montijo (mujer de Napoleón III).
Este tipo de diseño gustó durante mucho tiempo, y fue predominante durante más de 50 años. Pero llegó un momento en el que la gente empezó a necesitar maletas más pequeñas, ligeras y ergonómicas. Aquí es donde empieza la historia de la famosa Samsonite.
La evolución del equipaje de mano en Estados Unidos
A principios del siglo XX, alrededor de 1910, un inmigrante polaco llamado Jesse Shwayder llegó a América del Norte. Allí fundó la Shwayder Trunk Manufacturing Company en Denver, Colorado.
En sus inicios, la empresa se especializaba en la fabricación de baúles de madera robustos y duraderos, muy parecidos a los que hacía Louis Vuitton. Pero más adelante, en 1939, la compañía lanzó una línea de maletas que marcarían una época.
Este nuevo diseño destacaba por su durabilidad, ligereza y pequeño tamaño en comparación con las pesadas maletas de madera. Fue en este momento que Jesse Shwayder decidió renombrar la compañía como Samsonite, inspirado por el personaje bíblico Sansón, conocido por su fuerza.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Samsonite adaptó sus procesos de fabricación para contribuir a la guerra, produciendo maletas y artículos para uso militar. Después de la guerra, la marca se consolidó como un referente en la fabricación de equipaje y comenzó a expandirse internacionalmente.
Para perfeccionar su creación, en 1960 Samsonite introdujo las primeras maletas de polietileno, un material ligero y resistente. Este avance permitió a los viajeros disfrutar de maletas más fáciles de transportar sin sacrificar la durabilidad.
Ahora que hemos llegado al punto donde tenemos maletas compactas, ligeras y duraderas, ¿qué nos falta? ¡Las ruedas, por supuesto!
El equipaje de mano moderno y las ruedas
Cuando evitamos dolores de espalda gracias a las ruedas de nuestra maleta, a quien tenemos que dar las gracias es a Bernard Sadow.
Aunque las patentes de maletas con ruedas datan de los años veinte, este empresario americano fue el primero en comercializarlas en 1972. En su fase de inventor, cansado de cargar con su equipaje, añadió cuatro ruedas de un mueble de oficina a la parte inferior de su maleta.
Para terminar su diseño improvisado, añadió una cuerda de cuero flexible para facilitar su movimiento, de donde tiraría para moverla. Aunque inicialmente no fue bien recibida, el mayorista estadounidense Macy 's vio el potencial y comenzó a venderla con éxito.
Una vez que las ruedas llegaron al mercado general, cientos de empresas empezaron a mejorarla. Un avance significativo fue la introducción de ruedas giratorias, que permiten una maniobrabilidad excepcional. Además, se empezó a usar el policarbonato y el aluminio para hacer las maletas más eficientes.
Todos estos avances han llegado a la era moderna, donde hemos puesto nuestro grano de arena con sistemas de seguimiento GPS, básculas integradas, puertos de carga USB y cerraduras digitales.
Como hemos podido observar, la maleta de mano ha evolucionado desde un cajón de madera hasta un accesorio de viaje indispensable y estilizado. Y ahora, a medida que avanzamos hacia el futuro, descubriremos qué innovaciones nos depara la próxima generación de equipajes.