Cuando las principales aerolíneas comerciales se crearon en 1925, viajar en avión era una experiencia premium. Asientos de cuero, menú incluido en el precio y un servicio de alto standing hacían que volar fuese únicamente para los más privilegiados.
Incluso Richard Branson, fundador de Virgin Airlines, hizo una fiesta en un avión comercial con comida y bebida cuando su compañía realizó el viaje inaugural en 1984.
Sus aviones contaban con bares como los que pueden encontrar en una ciudad y pantallas para cada uno de los pasajeros sin coste adicional. Todo este lujo era disfrutado por los pasajeros, pero por supuesto incrementaba un poco el precio de los billetes.
Con el paso del tiempo, la gente empezó a demandar vuelos más baratos. Ya nadie quería comida ni pantallas en los aviones, si no llegar de un sitio a otro pagando lo menos posible. Este momento marcó la historia de las compañías aéreas low-cost, las cuales empezaron un esfuerzo masivo para volar más pagando menos.
La batalla por bajar precios sigue viva hoy en día, y ha hecho que algunas aerolíneas hayan sido calificadas como "terribles" o "pésimas" por decenas de miles de pasajeros que intentan comprar vuelos por precios irrisorios.
En este artículo exploraremos algunas de esas compañías, específicamente las 5 peores aerolíneas que operan en España (valoradas según sus pasajeros). De esta manera, podrás evitarlas incluso si quieres pagar muy poco dinero por tu viaje.
¡Empecemos!
5. Iberia Express
Cerrando el top 5 tenemos a la hermana pequeña de Iberia, la nueva Iberia Express. Nació en 2011 en España, y su función principal es hacer vuelos baratos a nivel nacional.
Iberia la creó porque no quería tener que reducir la calidad de sus servicios para hacer vuelos muy cortos en España, así que decidieron crear una compañía aparte que no manchara su reputación. Además, Iberia Express puede competir con las aerolíneas low-cost, lo que la convierte en un gran recurso para la empresa matriz.
En la parte mala tenemos que los aviones de Iberia Express son básicamente la flota más antigua de Iberia. Las aeronaves que se dejan de utilizar por la compañía matriz se trasladan a Iberia Express, por lo tanto no podrás disfrutar de la última tecnología del mercado y tendrás muy poco espacio para las piernas.
4. Vueling Airlines
En el cuarto puesto tenemos a Vueling Airlines, una aerolínea de bajo coste con sede en Barcelona. Fundada en 2004, se ha convertido en una de las principales aerolíneas de Europa, operando vuelos tanto a nivel nacional como internacional.
A lo largo de los años, Vueling ha ganado cierta notoriedad, pero también ha enfrentado críticas y malas valoraciones por parte de algunos pasajeros.
Una de las quejas más comunes sobre Vueling es la puntualidad de sus vuelos. Algunos pasajeros han experimentado retrasos significativos o cancelaciones de vuelos de manera reiterada, lo que invita a no coger más vuelos con la misma compañía.
El otro talón de Aquiles de la compañía es su servicio al cliente. Miles de pasajeros han reportado problemas al tratar de comunicarse con la aerolínea para resolver problemas como retrasos, cambios en las reservas o pérdida de equipaje. La falta de respuestas claras y la dificultad para contactar a la aerolínea han contribuido a la mala reputación.
3. Ryanair
La famosa Ryanair acaba en mitad de tabla, en tercera posición. Es la aerolínea de bajo coste más famosa del mundo, en parte debido a la increíblemente grande oferta de destinos que tienen y a sus precios extremadamente bajos.
Uno de los problemas de esta compañía es que tienen una política muy agresiva de tarifas adicionales, lo que significa que muchas comodidades y servicios que otras aerolíneas ofrecen de forma gratuita Ryanair las cobra.
Por otro lado, las condiciones a bordo de las aeronaves de Ryanair son mínimas. Los asientos son estrechos y no reclinables, lo que puede ser incómodo en vuelos de media distancia e incluso en vuelos de corta distancia.
Para terminar, Ryanair opera en muchos aeropuertos secundarios que pueden estar ubicados lejos de las ciudades principales. Aunque esto contribuye a precios más bajos, también puede ser un problema para los pasajeros que tienen que viajar distancias adicionales para llegar a su destino final.
2. Wizz Air
En la segunda posición nos encontramos con Wizz Air, una compañía low-cost con sede en Hungría que se ha expandido en Europa Central y del Este desde su fundación en 2003.
Si bien Wizz Air ha experimentado un crecimiento considerable y ha atraído a numerosos pasajeros, también ha recibido críticas y valoraciones negativas por varios motivos.
Su primer fallo son las tarifas ocultas. Esto se debe a que, a medida que los pasajeros avanzan en el proceso de reserva, pueden encontrarse con tarifas adicionales, como cargos por equipaje de mano e impuestos adicionales. Esto ha llevado a la percepción de que la aerolínea no es transparente.
Wizz Air también es conocida por tener una política de equipaje de mano estricta y limitada en cuanto a dimensiones y peso. Los pasajeros que no cumplan con estas restricciones pueden enfrentar tarifas adicionales en el aeropuerto o incluso quedarse en tierra.
1. Easy Jet
En el puesto número uno de las peores compañías aéreas que operan en España nos encontramos a la británica EasyJet. Esta aerolínea cuenta con una valoración de 1.4 sobre 5 estrellas en Trust Pilot, una de las peores en todos los ránkings. Además, ha sido nombrada como una de las peores compañías en Europa varias veces.
Uno de sus puntos débiles es su capacidad de respuesta. Según sus clientes, una vez que hay problemas (vuelos cancelados, retrasos) son muy lentos para buscar soluciones y a veces ni siquiera las encuentran, dejando a personas tiradas en aeropuertos durante horas.
Otras personas también se quejan de su página web, argumentando que no funciona en absoluto. Un pasajero decía que "la página le echaba una y otra vez" y que no admitía su contraseña "después de cambiarla tres veces".
Además, también suelen fallar en los ámbitos más comunes como la puntualidad, la comodidad de los asientos, o la amabilidad del personal. Esto puede deberse en parte a su rápida expansión, en la cual no han sabido controlar los estándares de calidad de principio a fin.