En 2020, las aerolíneas se llevaron la peor noticia posible: La movilidad en territorio nacional e internacional estaba estrictamente limitada.
La pandemia hizo que más del 95% de los vuelos estuvieran cancelados durante varios meses, lo que significaba una catástrofe nunca antes vista para toda la industria aeronáutica.
Las aerolíneas se vieron obligadas a mantener en tierra cientos de aviones que costaban millones de euros cada uno, consecuentemente perdiendo dinero a cada segundo que duraba esta crisis mundial.
Aunque ya han pasado casi 4 años desde entonces, muchas compañías siguen sufriendo las consecuencias de la pandemia, ya que el COVID alteró todas las previsiones creadas por los departamentos financieros de las aerolíneas, generando dificultades a muy largo plazo.
Como consecuencia, desde 2020 muchas aerolíneas han acabado en la bancarrota (muchas otras se han salvado gracias a ayudas gubernamentales).
Ahora bien, si hemos tenido algún problema con una aerolínea que actualmente está en concurso de acreedores, ¿podemos reclamar? En este artículo exploraremos nuestras opciones como clientes insatisfechos y daremos posibles vías de solución.
¡Empecemos!
Qué ocurre cuando una aerolínea quiebra
Una aerolínea quiebra cuando sus números tocan fondo. Esta situación se da cuando el pasivo es mucho mayor que el activo, la deuda es aparentemente insolucionable y el único remedio que queda es cerrar la compañía.
Una vez que la compañía se declara en quiebra, sus acreedores se ordenan para liquidar los activos sobrantes. En otras palabras, aunque los acreedores de una aerolínea no puedan cobrar la deuda completa, se tienen que conformar con los remanentes de la misma.
Este procedimiento de reparto de activos se denomina concurso de acreedores, y está regulado de forma diferente en cada país. En este artículo vamos a hablar sobre el concurso realizado en España, de manera que solo será válido para compañías en quiebra con base en España.
Cómo reclamar a una aerolínea en quiebra
Cuando una aerolínea quiebra, no podemos hacer una reclamación ordinaria (por separado) ante una compañía o un juzgado. En vez de eso, cuando reclamemos nos incluirán como un acreedor más en el concurso de acreedores.
De manera gráfica, es como si nos pusieran en una fila de acreedores que esperan para poder cobrar su parte. Hay acreedores que tienen derecho a recibir activos antes que otros, por lo tanto tendrán ventaja en una liquidación. Este será el orden de preferencia:
Créditos contra la masa: Son aquellos gastos generados durante el proceso concursal, como los honorarios de la administración concursal y los gastos necesarios para la conservación de los bienes y la continuación de la actividad empresarial. Estos créditos tienen la máxima prioridad.
Créditos con privilegio especial y general: Incluyen los créditos garantizados con un derecho real o privilegio especial sobre determinados bienes del deudor. Tienen preferencia sobre los créditos comunes.
Créditos ordinarios o comunes: Incluyen la mayoría de las deudas no cubiertas por privilegios especiales o generales. Este grupo abarca, entre otros, los créditos laborales, comerciales y fiscales. Si hemos pedido una indemnización por cancelación o retraso, este sería nuestro grupo. Como podemos comprobar, es de los últimos en recibir activos.
Créditos subordinados: Son aquellos créditos que, por disposición legal o acuerdo de las partes, se sitúan en una posición inferior respecto a otros acreedores. Están subordinados a los créditos ordinarios.
Resumiendo, nuestras opciones de reclamación cuando una compañía aérea quiebra son bastante limitadas.
Ya que estamos en el puesto preferencial 3 de 4, normalmente cuando nos toque cobrar no quedarán más activos que liquidar, de manera que nos quedemos con las manos vacías.
Si es verdad que en la mayoría de los casos ocurrirá esto, también hay algunas excepciones que nos pueden dar más probabilidades de éxito.
Excepciones para reclamar a una aerolínea en quiebra
Como hemos mencionado previamente, los derechos económicos de los pasajeros se ven afectados gravemente al no considerarse su compensación como una prioridad.
Pero esto cambia en situaciones donde dicho incumplimiento ocurre durante un viaje combinado (contratado con una agencia de viajes en forma de paquete, combinando al menos dos de los siguientes elementos: Transporte, alojamiento u otros servicios turísticos).
En esta situación, el pasajero, de acuerdo con las regulaciones de viajes combinados, tiene el derecho de exigir que la empresa de turismo o la agencia de viajes cubran los gastos del transporte alternativo.
En cuanto a las compensaciones debidas por vuelos anteriores, si la quiebra es fortuita y no culpable, el pasajero sólo podrá recurrir al seguro de viaje contratado, ya que no tendrá otras vías de reclamación.
Pero si la quiebra es declarada como culpable, el pasajero puede considerar dos opciones:
Acudir a un tribunal penal: Presentar una denuncia penal contra los administradores por un delito de insolvencia punible.
Acudir a un tribunal civil: Iniciar una acción civil para solicitar la responsabilidad de los administradores, quienes son personalmente responsables de las deudas de la empresa.
Por lo tanto, en la mayoría de las ocasiones, la quiebra de una aerolínea significará que no podremos cobrar indemnización. Pero si se da alguna de estas excepciones, tendremos la posibilidad de conseguir nuestro dinero de vuelta.
