Hace 50 años, si un viajero quería ir desde América hasta Europa tenía que ahorrar prácticamente un salario entero. Los vuelos de larga distancia eran raros, y costaban lo suficiente para ahuyentar a cualquier persona que no tuviera los medios para hacerlo.
Ahora, en 2023, los vuelos de más de 5 horas son muy comunes. De hecho, muchas compañías están haciendo vuelos de prueba para conectar extremos del mundo como Nueva York - Sidney.
Esto significaría meter en un avión a más de 300 personas durante 20 horas, algo que todavía no se ha podido realizar a escala global (únicamente en pruebas).
Resumiendo, las compañías aéreas quieren ofrecer a sus pasajeros trayectos cada vez más rápidos, con menos escalas, y más baratos.
Ante la popularización de estos vuelos largos, cabe hacerse varias preguntas: ¿Cómo me puedo preparar para 10 horas de viaje?, ¿el protocolo es el mismo que en un vuelo normal?
Para resolver esta pregunta y algunas más, en este artículo traemos los 4 mejores consejos para viajes largos. Hemos recopilado la experiencia de muchos viajeros frecuentes, y podrás beneficiarte de ella en unos segundos.
¡Empecemos!
1. Haz una lista de esenciales para viajar
Los "esenciales" en un viaje son las cosas que, sin ellas, no podríamos llegar a nuestro destino. En los viajes internacionales cualquier fallo te puede dejar estancado en el aeropuerto, así que es esencial realizar los siguientes pasos:
Revisar los requisitos de llegada: ¿Sabías que para viajar a Estados Unidos necesitas un documento llamado ESTA (Sistema electrónico de autorización para el viaje)? Cada país tiene unos requisitos de entrada únicos, así que hay que informarse bien antes de llegar al aeropuerto.
Tener el pasaporte con una caducidad de más de 6 meses: Si tu pasaporte está a punto de caducar y quieres viajar al extranjero, seguramente no te dejarán. Incluso si vas a viajar durante 15 días y tu pasaporte caduca en 4 meses, algunas aduanas te pedirán al menos 6 meses de margen para poder entrar.
Estar en el aeropuerto 3 horas antes del vuelo: En los vuelos internacionales, hay muchas cosas que se pueden complicar. Para que tengas tiempo de respuesta y puedas evitar un ataque de nervios, estar 3 horas antes en el aeropuerto es muy aconsejable.
También recomendamos pesar la maleta en casa, tener las vacunas en regla en caso de ser necesarias, y asegurarnos de que está todo preparado para nuestro vuelo de larga distancia.
2. Estudia el destino al que viajas
Muchas veces, el destino al que viajamos es completamente diferente a nuestro lugar de origen. Para estar preparados antes del viaje, deberemos revisar los siguientes puntos:
Moneda del país: Sólo una quinta parte del dinero mundial está en euros. Todos los demás países tienen su propia divisa, así que tendrás que cambiar dinero con tu banco o en un "money exchange" para aterrizar con al menos 150€ de la moneda local.
Costumbres: Por ejemplo, en los países árabes existen costumbres y actitudes muy estrictas. No puedes beber alcohol, existe una llamada "policía religiosa" que te incita a cumplir con la moralidad del Islam, y algunas cosas más. Es importante saber cómo funciona la población con la que vas a estar en contacto cuando aterrices.
Meteorología: Si viajas a zonas del trópico, la humedad te hará sudar más de lo normal. Por ello deberías evitar ropa blanca, demasiado abrigo, o algunos tipos de prenda. Mira las temperaturas y observa cómo viste la gente local.
Conocer nuestro destino antes de viajar es fundamental para poder guiarnos a través de un territorio en el que no tenemos experiencia. Un par de horas de vídeos y lectura sobre nuestro destino podría ser suficiente para viajar con confianza.
3. Cuidado con las escalas
Hoy en día los comparadores de vuelo encuentran de manera eficiente las opciones más baratas que existen en el mercado. Aunque te ayudan a ahorrar, a veces te hacen mezclar compañías en vuelos de larga distancia.
Por ejemplo, si viajas a Los Ángeles, puede ser que te recomienden usar Iberia hasta Nueva York y después Delta Air Lines hasta tu destino.
Aunque parezca una buena idea económicamente, te recomendamos que intentes quedarte con solo una aerolínea de principio a fin.
¿Por qué?
Si vas a coger una escala, siempre existe la posibilidad de que llegues tarde a tu conexión y pierdas el vuelo. Pero si te has retrasado por culpa de Iberia e Iberia es la compañia que opera el siguiente vuelo, ellos mismos te darán un vuelo nuevo gratis.
Si te has retrasado con Iberia y el siguiente vuelo es con American Air Lines, esta vez no podrás hacer nada para arreglarlo, y tendrás que comprar un billete nuevo.
Por eso mismo insistimos en que, dentro de lo posible, uses la misma compañía si vas a pasar por escalas. Aunque parezca caro al principio, si el vuelo principal se retrasa te habrás ahorrado una buena suma de dinero al no perder el vuelo de conexión.
4. Prepárate para el tiempo dentro del avión
Estar dentro de una caja metálica durante 6 horas o más no es fácil. Por suerte, la gran mayoría de aviones de larga distancia están equipados con pantallas y auriculares gratis para cada uno de los pasajeros.
En cada compañía podrás encontrar al menos 40-80 películas diferentes para ver durante el vuelo, de manera que tengas entretenimiento de sobra durante el trayecto.
Sobre el Wi-Fi, la mayoría de aviones están equipados para ofrecer internet de pago. Empezando por 6€-10€, podrás conectarte para trabajar o usar aplicaciones mientras estás a 30,000 pies de altura.
Para estar más cómodos, mucha gente suele usar un reposa cabezas para los vuelos, aunque no es del todo necesario. Esto se debe a que los asientos de los aviones grandes son mejores que en los vuelos convencionales, y están pensados para el confort en largas distancias.
Por último, la comida. Todas las compañías aéreas ofrecen un menú en los vuelos largos, de manera que puedas comer "gratis" cada 3-4 horas. Estos menús vienen incluidos con el trayecto, así que no tendrás que completar ningún trámite extra para pedirlos.
Siguiendo estos consejos, te aseguramos que podrás sacarle el máximo partido a tus vuelos largos, y prepararte para cualquier inconveniente que pueda surgir.