El pasado mes de junio se cancelaron más de 10.000 vuelos, afectando principalmente a América y Europa. Esto significa un aumento del 37% con respecto a mayo, una subida muy notable en apenas 30 días.
Por supuesto, las cancelaciones son la peor pesadilla de las compañías aéreas. Tienen que reembolsar los billetes de los pasajeros, dañar su propia reputación, y perder la confianza de sus clientes.
Pero, siendo las cancelaciones tan poco beneficiosas para las compañías, ¿por qué son cada vez más comunes? Mientras que Europa ha sufrido un aumento del 37%, Estados Unidos se ha catapultado hasta un 180% de cancelaciones respecto a mayo.
En este artículo explicaremos las razones por las que cada vez más aviones se quedan en tierra, aportando algunos consejos para evitar estas situaciones.
¡Empecemos!
Resaca del COVID-19
Durante los momentos más críticos de la pandemia, las aerolíneas experimentaron una disminución significativa en la demanda de vuelos debido a las restricciones de viaje y las preocupaciones de salud y seguridad.
Muchas aerolíneas se vieron obligadas a suspender sus operaciones o reducir la frecuencia de vuelos, lo que llevó a numerosas cancelaciones y reprogramaciones.
Esto tuvo como consecuencia el empeoramiento de las condiciones de pilotos y asistentes de vuelo, los cuales perdieron confianza en el sector y muchos de ellos se vieron en situaciones muy complicadas, migrando a otros puestos de trabajo “más seguros”.
Cuando el número de viajeros empezó a remontar tras la pandemia, las compañías aéreas se vieron con falta de personal, ya que la frecuencia de vuelos de muchas aerolíneas se quintuplicó de un año para otro.
Esta falta de personal es notable todavía hoy en día, ya que las reducciones de salario y condiciones han limitado el número de asistentes de vuelo y pilotos disponibles en el mercado laboral.
Por lo tanto, la resaca del COVID todavía afecta al sector aeronáutico. La creciente demanda de vuelos y destinos no ha podido ser atendida por las compañías aéreas, dando como consecuencia miles de cancelaciones alrededor del mundo.
Cambio Climático
Otra de las razones más importantes para explicar las cancelaciones de vuelos es el cambio climático. A medida que las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando, los efectos del calentamiento global se intensifican en todo el mundo.
Una de las áreas más afectadas es el sector de la aviación, donde las cancelaciones de vuelos en Europa y América han experimentado un crecimiento significativo.
Fenómenos climáticos extremos
Una de las consecuencias del cambio climático es el aumento en la frecuencia e intensidad de fenómenos climáticos extremos, como huracanes, tormentas, sequías y olas de calor.
Estos eventos climáticos extremos afectan directamente las operaciones de las aerolíneas, ya que pueden causar daños en las infraestructuras aeroportuarias, pistas de aterrizaje y edificios, lo que lleva a cancelaciones de vuelos por razones de seguridad.
En Europa, los huracanes y tormentas han incrementado en los últimos años, lo que ha llevado a cierres temporales de aeropuertos y la cancelación de vuelos para proteger a los pasajeros y a la tripulación de posibles riesgos.
En América, la temporada de huracanes en el Caribe y la costa este de Estados Unidos también ha sido más intensa, lo que ha causado interrupciones significativas en las operaciones de las aerolíneas.
Densidad del aire
Además, el aumento de las temperaturas globales también afecta a la aviación debido al fenómeno conocido como "efecto de densidad del aire".
A medida que la temperatura aumenta, la densidad del aire disminuye, lo que afecta el rendimiento de las aeronaves. Las altas temperaturas pueden hacer que los aviones tengan problemas para despegar y alcanzar altitudes seguras, especialmente en aeropuertos ubicados a mayor altitud o en regiones con climas cálidos.
Esta situación ha sido especialmente preocupante en América, donde en algunos aeropuertos se han registrado temperaturas extremadamente altas, lo que ha llevado a restricciones en el peso de despegue de los aviones, reduciendo el número de pasajeros o cargas que pueden llevar.
Estos impactos no solo afectan la operación de las aerolíneas, sino que también generan pérdidas económicas y repercuten en la comodidad y seguridad de los pasajeros.
Cómo evitar que cancelen tu vuelo
Para reducir las posibilidades de que cancelen tu vuelo es importante tomar ciertas precauciones y estar informado sobre tus derechos como pasajero. Aquí hay algunas recomendaciones:
Reserva vuelos directos: Opta por vuelos directos siempre que sea posible, en lugar de vuelos con escalas o conexiones. Los vuelos directos tienen menos probabilidades de ser afectados por cancelaciones debido a problemas en aeropuertos intermedios.
Elige vuelos en horarios y días menos congestionados: Evita volar en los días y horarios pico, ya que los aeropuertos suelen estar más ocupados y hay una mayor probabilidad de cancelaciones debido a la saturación del tráfico aéreo.
Elige aerolíneas con buenos historiales de puntualidad: Investiga las estadísticas de puntualidad de las aerolíneas antes de reservar tu vuelo. Las aerolíneas con un buen historial de puntualidad tienen menos probabilidades de cancelar vuelos.
Reserva con aerolíneas más grandes: Si es posible, elige vuelos regionales operados por aerolíneas más grandes y consolidadas. Estas aerolíneas generalmente tienen más recursos para lidiar con situaciones imprevistas y minimizar las cancelaciones.
No podemos lidiar con muchas razones por las que se cancelan los vuelos, pero siguiendo estos pasos podremos rebajar las posibilidades de que nos afecten.